Mucho se ha hablado sobre el
ahorro energético de las bombillas de bajo
consumo, pero mientras más pasa el tiempo dicha tecnología gana detractores debido a que en realidad no son tan ecológicas como se planteó en un principio; el problema principal es que contienen elementos nocivos tanto para nosotros los seres humanos como para el ambiente.
Hace tiempo que comencé a leer al respecto pero apenas recientemente encontré un trabajo de
investigación periodística que en mi opinión resume lo básico sobre el tema. El documental de media hora se titula:
El peligro de las bombillas de bajo consumo, del cual debo decir he obtenido algunas enseñanzas importantes.
En el trabajo varios expertos brindan sus
opiniones científicas y fundamentadas de porque las bombillas de bajo consumo no deberían ser utilizadas, entre los argumentos que emiten se encuentra en primero lugar el hecho de que contienen mercurio y algunas sustancias más que representan un grave riesgo para la salud humana.
Además su reciclaje es difícil por la misma razón de su contenido de mercurio, sin dejar de mencionar que la base alberga un
circuito electrónico de cierta complejidad que termina en la basura cuando bien podría reutilizarse. También se menciona que la calidad de luz que emiten no es adecuada para trabajar, estudiar y realizar otras actividades.
Me llama la atención el nivel de cultura que se tiene en algunos países europeos, donde a los niños de educación básica se les enseña que hacer en caso de que una lámpara de bajo consumo se rompa. A todo esto creo que en los países de primer mundo sacaron del mercado las
bombillas tradicionales porque ya no eran un negocio para las grandes empresas de iluminación.
Vía:
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