Algunos profesores en
ingeniería recomiendan que no hagas amigos, que cada quien debe salir adelante por si mismo; explican que al egresar cada compañero será un potencial competidor. Hay algo de razón en lo anterior, aunque en lo personal a mi me gusta ver las cosas con un enfoque distinto: cada compañero podría representar una oportunidad de
empleo.
Una vez que la escuela se termina comienza la verdadera competencia, el mundo laboral es brutal; estoy consciente de ello. Sin embargo, creo que no hay porque enfrentarnos a todo nosotros solos; tener compañía para la batalla siempre es grato. Recomendación: en ingeniería elige adecuadamente a tus compañeros y amigos, serán tu apoyo en momentos difíciles.
El secreto para sobrevivir a una ingeniería radica en el
nivel de productividad que llegues a desarrollar. Tareas, planos, trabajos, proyectos, programas, prácticas, etc, todo eso siempre sobra en cualquier ingeniería, lo cual deja dos opciones: olvidas tu vida social y te encierras en tu cuarto a terminar todo, o eliges adecuadamente con quien trabajar.
Sinceramente, por más productivo que seas, a veces pareciera imposible sacar adelante una ingeniería de manera solitaria, no se diga sobre todo en los períodos finales. La cosa es más llevadera cuando tienes un grupo de amigos o compañeros con los que tienes la certeza de que puedes confiar. Divide y vencerás, rodeate de gente que trabaja y las cosas irán bien.
Eso si, ten cuidado con tus elecciones, podrían significar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Recuerdo que a veces tenía tanta tarea de un día para otro que no la terminaría aunque no durmiera en una semana; pero todo se entregaba en tiempo y forma porque con mi grupo de amigos nos dividíamos el trabajo; es decir, éramos productivos hasta donde podíamos.
Hasta ahora comprendo que pude haber exprimido el tiempo de mejor manera, pero cuando uno es estudiante hay muchas distracciones las cuales son difíciles de pasar por alto: fiestas, partidos entre grupos o con otros departamentos, partidas multijugador por las madrugadas, etc., cosas que hay que vivir a la par que se sobrevive en la carrera. Hay que hallar el equilibrio entre productividad y ocio.