
Después de mucho tiempo la
NASA por fin enviará a la
Luna un
robot que lejos de llevar instrumental de precisión caro y delicado será equipado con maquinaria pesada, es decir, con un par de palas excavadoras que trabajarán sin descanso desde su llegada hasta que su vida útil termine, lo que implicará algunos años.
El prototipo ya tiene nombre,
RASSOR, y aunque aún está bastante lejos de llegar a pisar alguna vez el suelo lunar los
ingenieros de la
NASA ya han probado que podría trabajar bajo las condiciones de nuestro satélite natural sin ningún problema, siendo el primer problema a vencer la menor gravedad existente.

Como sabemos la
Luna tiene una gravedad bastante menor que nuestro planeta, lo que implica que excavar allá no es una labor sencilla debido a que la
fuerza de tracción generada es poca. Para resolver el problema los ingenieros de la agencia han diseñado el
RASSOR con dos tambores de excavación que giran en direcciones opuestas.
El hecho de que cada tambor esté en un extremo del
vehículo opuesto al otro significa que es posible tener la fuerza de tracción suficiente para excavar el suelo lunar. Además hay que agregar que cada tambor está sujetado al vehículo mediante brazos robóticos que les brindan cierta movilidad y que permitirán avanzar encima de los obstáculos.
Vía:
NASA
