En la
historia de la ciencia hay anécdotas tan curiosas como la del
experimento de la gota de brea, que es por cierto, el experimento más largo jamás realizado. Allá por 1927 el físico
Thomas Parnell instaló en la
Universidad de Queensland (
Australia) un
experimento para demostrar a sus estudiantes que existen líquidos altamente viscosos con apariencia sólida.
El experimento comenzó cuando
Parnell calentó
brea y la colocó en un embudo de vidrio, para 3 años después cortar la base y esperar a que el
material comenzara a fluir. Este experimento es en esencia sencillo y lo que requiere es paciencia, mucha de ella, pues desde 1927 solo han caído 8 gotas: 1938, 1947, 1954, 1962, 1970, 1979, 1988 y 2000.
Esta
prueba científica es curiosa porque increíblemente nadie ha visto nunca el momento exacto en el que una gota ha caído.
Parnell por supuesto no vivió lo suficiente para ver el resultado y fue el profesor
John Mainstone quien después se hizo cargo de cuidar el experimento, pero este se perdió la caída de la gota del año 2000 aún y cuando fue instalado un sistema de video para grabar el suceso.
La cuestión es que como el experimento no está bajo
condiciones ambientales controladas es difícil predecir con exactitud cuando caerá la próxima gota, pero hay mucha expectativa de que eso ocurra pronto. Curiosamente el sistema de video que debe inmortalizar la caída de la novena gota también ha presentado fallas recientes, y yo digo, ¿por qué no poner unas 5 cámaras como mínimo para grabar un acontecimiento que nos ha estado eludiendo?
Eso si,
Mainstone se debe de tomar muy en serio el vigilar adecuadamente la caída de esta novena gota, pues con sus 78 años de edad la probabilidad de que tenga otra oportunidad con la décima gota es más bien mínima. Lo más intrigante del asunto es que en 8 oportunidades nadie haya tenido la suerte de presenciar la caída de una gota, siendo que el experimento se encuentra en el vestíbulo principal de la
facultad de ingeniería de la universidad, donde seguro pasa mucha gente.
Vía:
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