Entender el origen del universo no es una labor sencilla; las distancias en este son tan inmensas que hacernos una idea de ellas ya es de por si una labor titánica, además no contamos aún con la
tecnología que vea más allá de todo. Sin embargo, el desarrollo tecnológico sigue su marcha implacable y conforme avanza el tiempo se cuenta con
instrumentos más precisos que nos acercan un poco más a desentrañar los misterios del cosmos.
El
TMT es un
telescopio que será construido en
Hawaii y además de ser el más grande del mundo dispondrá de la suficiente tecnología para dejarnos mirar con más claridad las estrellas más lejanas, aquellas que conformaron parte del universo cuando este era joven.
TMT son las siglas de
Thirty Meter Telescope, nombre que hace referencia a los 30 metros de diámetro de su espejo.
La localización exacta de este telescopio será el volcán
Mauna Kea, en cuya cima se albergará el
observatorio astronómico. El proyecto costará aproximadamente 1,000 millones de dólares y será financiado entre universidades de
Estados Unidos,
China,
Japón,
Canadá e
India. Con el
TMT se espera poder observar objetos espaciales ubicados a 13,000 millones de años luz de nuestro planeta.
Después de 5 años de estudiar posibles ubicaciones para el proyecto se eligió el
Mauna Kea porque su cumbre se ubica por encima del 40 % de la atmósfera, así como del 90 % del vapor de agua (nubes), por lo que cuenta con un promedio de 300 días despejados al año. No será el primer
telescopio de la zona, pues ya hay otros 11 telescopios que observan el universo desde este mismo lugar.
El espejo del
TMT se compone a su vez de 400 espejos más pequeños y es 3 veces más grande que cualquiera otro que exista actualmente; con este se podrá captar la luz proveniente del origen del universo y superará en resolución de imagen al ya veterano
Hubble, de modo que las imágenes que obtendremos serán sin duda maravillosas. Es para 2021 cuando se espera que el telescopio entre en funcionamiento.
Vía:
Soy Gik,
Gizmología y
TMT